El resurgir del Pendón de los Zamorano: una visita a su historia, legado y restauración
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En el corazón de Priego de Córdoba, una reliquia centenaria ha vuelto a brillar con el esplendor de antaño. Se trata del Pendón de los Zamorano, un estandarte cargado de historia, testigo silente de epopeyas y tradiciones, que ha sido meticulosamente restaurado para preservar su legado. Su origen nos transporta a los turbulentos años finales del siglo XV y principios del XVI, en un contexto de conflictos y transiciones que marcaron el devenir de España.
Un estandarte entre la guerra y la devoción
La obra textil sobre lino en ambas caras, propiedad del Ayuntamiento, es una enseña militar de autor anónimo que corresponde a la tipología de pendón de caballería. Tiene forma triangular, con unas dimensiones de 137 x 218 cm.
La representación muestra a Santiago Apóstol montado a caballo, pasando sobre la cabeza y la mano seccionada de un personaje morisco. Además, en la composición se identifican a Pedro Fernández de Córdoba, hijo de Alonso de Aguilar y futuro primer marqués de Priego, junto al escudo heráldico del titular de la casa de Aguilar.
El Pendón de los Zamorano fue concebido en 1501 como un privilegio a Juan Martín Zamorano, quien había salvado la vida de Pedro Fernández de Córdoba, futuro I Marqués de Priego, durante un enfrentamiento en Sierra Bermeja (Málaga). Este episodio tuvo lugar en el contexto de las revueltas que siguieron a la conquista de Granada, cuando la población musulmana se alzó contra las condiciones impuestas tras la rendición de la ciudad en 1492.
Desde entonces, el pendón se convirtió en un símbolo de poder y prestigio. A lo largo de los siglos, se utilizó no solo en el ámbito militar, sino también en ceremonias religiosas y festivas. Se sabe que tremolaba en honor a San Nicasio y el apóstol Santiago, además de estar vinculado a los desfiles y celebraciones locales. Su custodia fue un honor reservado a determinadas familias, reforzando su carácter de reliquia histórica.
El deterioro del tiempo y el rescate patrimonial
Con el paso de los siglos, el pendón sufrió un deterioro progresivo debido a la fragilidad de sus materiales y al inevitable desgaste provocado por el tiempo. En 2022, la familia Tisner-Madrid, que lo había custodiado durante generaciones, lo donó al Ayuntamiento de Priego de Córdoba, permitiendo su estudio y restauración.
El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) asumió la tarea de devolverle su antiguo esplendor en 2023. Desde esta institución, se ha cabo una minuciosa intervención, que ha incluido estudios históricos y técnicos, así como labores de conservación y restauración para devolver al pendón su esplendor original.
Los trabajos se centraron en la consolidación de sus tejidos, eliminación de suciedad acumulada y reparación de desgarros. Para ello, los especialistas emplearon tecnología de vanguardia y técnicas tradicionales de restauración textil, asegurando que la estructura original del estandarte se mantuviera intacta.
Según el IAPH, entre las operaciones más laboriosas se encuentran la hidratación, alineado y eliminación de deformaciones, debido al elevado grado de fragilidad y resecamiento. También hay que destacar la fase de protección con tul, de forma que la pieza queda en un tono uniforme y perfectamente encapsulada.
Uno de los mayores retos fue la conservación de sus colores y motivos heráldicos. La restauración implicó un minucioso trabajo de consolidación de los pigmentos y bordados originales, respetando al máximo su autenticidad. Además, se tomaron medidas para garantizar su correcta exhibición y conservación en el Museo Histórico Municipal de Priego de Córdoba, donde hoy luce en todo su esplendor.
Un legado que perdura
La restauración del Pendón de los Zamorano no solo ha permitido recuperar un fragmento del pasado, sino que también ha reavivado el interés por la historia local y el papel que desempeñaron Priego y sus gentes en los acontecimientos del Antiguo Régimen. Su exhibición no es solo un acto de preservación, sino también una forma de transmitir a las futuras generaciones el valor de su patrimonio. Actualmente, el pendón se exhibe en una vitrina especialmente diseñada para su conservación y disfrute por parte del público, permitiendo a los visitantes apreciar de cerca los detalles y la historia que encierra esta valiosa reliquia.
La musealización del Pendón de los Zamorano, también encargada por el Ayuntamiento de Priego de Córdoba al IAPH, permite por primera vez el acceso y contemplación de ambas caras, que están pintadas al temple con efecto espejo, haciendo coincidir la escena y elementos representados.
Hoy, este estandarte ondea de nuevo, no en el campo de batalla, sino en la memoria colectiva de un pueblo que sigue honrando su historia.
Para todos aquellos que deseen ampliar información, el Ayuntamiento de Priego de Córdoba, ha editado un folleto informativo que puede consultarse en este enlace
Actualmente se exhibe de forma provisional en el hall del Excmo. Ayuntamiento de Priego de Córdoba hasta su traslado definitivo al nuevo Museo Arqueológico Municipal, una vez finalizado su proyecto.