Limitar el número de colores a no más de tres,  que sean básicos y contrasten entre sí.

Los colores que predominan en las banderas son:  rojo, azul, verde, negro, amarillo y  blanco. Los matices de los mismos abarcan desde las tonalidades oscuras a las claras. También se utilizan el morado, el gris y el naranja,  aunque muy esporádicamente y no siempre en diseños efectivos.

Es recomendable separar dos colores oscuros  mediante la interposición de un color claro (o viceversa) para  crear un efectivo contraste que permita identificar también  a la bandera cuando se la represente solamente en blanco y negro.

Un diseño con más de cuatro colores distintos hace que una bandera sea innecesariamente complicada y más onerosa de confeccionar. Las telas se producen industrialmente en un número limitado de colores, otra buena razón para limitar el diseño dentro de los colores básicos.

BUEN DISEÑO             MAL DISEÑO

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