Visión crítica de la bandera
Joan Sitges Palma 22/11/2021
«Mientras que otras comunidades lucen sus símbolos históricos, aquí se decidió crear una bandera nueva, aunque disponemos de emblemas que se remontan a los tiempos del Regne de Mallorques», explica Jordi Prunés, el autor del ensayo Història i debat de la bandera de Baleares, que apuesta por «una bandera con las cuatro barras pero con una banda azul en diagonal, igual que en el escudo del Govern».
Una opción que «se descartó porque uno de los mantras que se repitió durante el debate para elegir a los símbolos de Baleares era que el escudo y la bandera no podían ser iguales». Un argumento que el historiador Jordi Prunés rebate, «es una idea contraria a la heráldica porque las banderas vienen de los escudos, son una adaptación y así pasa con las banderas heráldicas de Catalunya, Asturias o Murcia».
Transición
El 28 de julio de 1978 se constituyó el Consell General Interinsular, que tenía que conducir el archipiélago del régimen provincial franquista hacia el régimen autonómico democrático. «Pronto se puso sobre la mesa el tema de la bandera y en el momento de tomar la decisión política, primó la voluntad de crear un nuevo diseño», explica el autor. «Los once redactores del Estatut se sirvieron de una ‘senyera’ de cartulina y de otros trozos de cartón con diversos símbolos para probar diferentes combinaciones y propuestas, hasta que se decidieron, parece que por unanimidad, por la del rectángulo azul en la parte superior izquierda con un castillo blanco dentro», añade Jordi Purnés.
De este modo se desecharon «otros símbolos representativos de Balears con legitimidad histórica «como la senyera, que se descartó porque la Generalitat de Catalunya ya la había adoptado, o el emblema del rei Sanç, de 1312, que conservan los escudos de Palma y del Consell de Mallorca», defiende el historiador. «Hay que pensar en las prisas para terminar el Estatut después del intento de golpe de estado del 23 F, la presión del sector conservador de la UCD y el pactismo que existió entre el PSOE y el PSM de entonces como motivos para adoptar la actual bandera», justifica Jordi Prunés.
Bandera de Mallorca
Para Jordi Prunés la actual bandera de Mallorca, que es en la que se inspira la de Balears, «es inventada y fruto de errores históricos». El investigador argumenta que el creador de la bandera mallorquina, el cronista de Palma, Benet Pons Fàbregues, propuso en 1906 y a instancias del Ajuntament de Palma una bandera basada en el emblema del Rei Sanç. Pero «se sabe que este emblema, que está documentado ya en el siglo XIV no es como la actual bandera mallorquina ni como la de Balears sino que se asemeja al escudo del Consell o del Ajuntament de Palma».
Un emblema que está dividido en cuatro sectores, «dos con las cuatro barras y otros dos con castillo blanco sobre fondo azul, no morado», explica el investigador Jordi Prunés. Para el autor la actual bandera de Mallorca «es un error de interpretación ya que no cuenta con ninguna representación previa en la historia, Benet Pons sólo habla de una supuesta lápida que nadie ha visto». Y ese emblema del Rei Sanç I es para el autor de Història i debat de la bandera de Balears, «otro de los símbolos que la transición olvidó».
La actual bandera de Balears, con el castillo blanco en un rectángulo situado en la parte superior izquierda, es de nueva creación y por lo tanto, «da la espalda a las representaciones heráldicas históricas de Balears». Sin embargo sirvió «para limar las asperezas entre las diferentes sensibilidades políticas que participaron en la redacción del Estatut. Y es que la izquierda nacionalista mallorquina prefería la ‘senyera’ de las cuatro barras, sin más añadidos, como bandera oficial del archipiélago», explica Jordi Prunés. Ese era el emblema que representaba un anhelo más nacionalista.
Por otra parte, «la bandera con el castillo representaba mejor la herencia del mallorquinismo de principios de siglo, independiente de los regionalismos y nacionalismos valencianos y catalanes, aún incluyendo las cuatro barras», añade el investigador. Para Prunés, la bandera legítima de Balears e históricamente correcta «no puede ser otra que la que despliegue al viento la cuatro barras rojas cruzadas por una banda azul». Por eso propone oficializarla junto a la actual «ya que su uso se puede remontar siglo tras siglo hasta el último cuarto del siglo XIII». Un hecho, el de su oficialización, que pasaría por una reforma del actual Estatut.