JUAN GARCÍA

La bandera del Sella, la que están utilizando el CODIS y los diferentes colectivos vinculados a la Fiesta de las Piraguas (Tritones, Botijos, Selleros y Entaína) no se corresponde con la que en su día propuso y promulgó el fundador del Descenso Internacional del Sella, Dionisio de la Huerta. Los colores elegidos para la bandera son los correctos, aunque no guardan el orden establecido por Dionisio. El reglamento escrito por él en el año 1954 para el XVIII Descenso establece un orden para los colores, en franja horizontal, que comienza con el rojo y continúa con el amarillo, verde, blanco y azul. En la bandera actual sólo el color rojo está bien colocado.

Aún así, Selleros, el colectivo parragués que más visibilidad le ha dado al estandarte en sus tres años de existencia, no piensa cambiarlo. Sergio Suárez enmarcó los hechos en el ámbito puramente anecdótico «porque Dionisio también cambiaba de ideas casi todos los años, introduciendo novedades en la fiesta». Desde un principio, Selleros entendió que la actual combinación de colores es la adecuada y con ella se quedó, «porque tampoco la hemos inventado nosotros, es lo que habíamos visto hasta ahora y por ahí tiramos».

Suárez considera que cualquier modificación oficial en la bandera es competencia exclusiva del Comité Organizador, organismo que este año, por primera vez en las últimas décadas, instaló tres mástiles en la línea de meta, junto al podio de Ribadesella. Uno para la bandera de España, otro para la de Asturias y uno más para la bandera del Sella, que también ondeó a los vientos riosellanos. «Nosotros vamos a seguir con ella porque entendemos ha calado entre la gente. Nosotros no encargamos tres mil banderas a China, la gente compró telas de colores y los empató en este orden», añadió. Además, para esta última edición, Selleros también confeccionó chapas y pines con los mismos colores de la bandera.

El Comercio