Polémica en Oñati por la eliminación de la cruz de San Andrés de la bandera oficial
MARIAN GONZALEZ LIZARRALDE
La primera bandera oficial de Oñati, función que ahora cumplía el estandarte, nace con polémica, ya que no tendrá la cruz roja de San Andrés. El gobierno municipal de EH Bildu ha aceptado una de las alegaciones ciudadanas presentadas a los diseños, y decidido eliminar la cruz en forma de aspa. Postura que no comparte el PNV y que ha hecho que el proceso para actualizar los emblemas del municipio, que ha llevado a cabo la historiadora María Rosa Ayerbe, se cierre con debate y sin unanimidad. Hay disparidad de criterios en torno a la cruz de San Andrés.
El gobierno municipal esgrime que «no está clara la relación que esa cruz tiene con Oñati» y a esa cuestión histórica, suma «que es un símbolo militar y religioso, más concretamente cristiano». Representa el martirio de San Andrés Apóstol y, en este sentido, defiende que «en la sociedad actual con una forma de hacer política más integradora, toda la ciudadanía debe sentirse identificada con el símbolo de su pueblo».
Para el equipo de gobierno oñatiarra «eliminar la cruz no es desdeñar la tradición o historia», sino adaptarse «a la situación de cada momento». Explica además que «es una variante de la cruz de Borgoña, que aunque viene del siglo XVI, se utilizó en el franquismo, y hoy en día en un símbolo que se mantiene vivo, relacionado con la armada o los conflictos bélicos».
El PNV, por su parte, hace suya la propuesta del informe encargado a Ayerbe, que conserva la citada cruz, muy empleada en heráldica y vexilología, «por tratarse de una tradición histórica».
Alega además, otros motivos históricos para votar en contra. «La ikurriña tiene la cruz de San Andrés en verde. Y en la guerra civil, el batallón San Andrés la tomó como símbolo, junto a la ikurriña. Estos trabajadores y abertzales lucharon por Euskadi contra los fascistas» han explicado, rebatiendo la alegación.
Para los jeltzales eliminar esta cruz de la bandera de Oñati es «un desprecio a la historia de Euskal Herria».
Reprochan, asimismo, a EH Bildu que «el pleno no haya respaldado por unanimidad los nuevos emblemas tal y como se recomendó y priorizó». Y puestos a suprimir símbolos, opinan que «el escudo podría tener una imagen más acorde al siglo XXI».
Estudio histórico
Los cambios en el escudo y la bandera de Oñati, que el pleno ha aprobado inicialmente, tienen el punto de partida en una requerimiento que el Registro Foral de Entidades Locales realizó en octubre de 2020 al Consistorio, en el marco de la actualización de los datos municipales.
El Ayuntamiento encargó a la historiadora María Rosa Ayerbe analizar las características, detalles y entresijos que a lo largo de su historia han rodeado el escudo y el estandarte oñatiarras. La experta y miembro de Eusko Ikaskuntza propuso una serie de cambios en el diseño de estos símbolos oficiales de la localidad, que fueron presentados a la ciudadanía.
Así sabemos que la idea de adoptar un escudo para la villa se remonta a 1770, coincidiendo con la construcción de la casa consistorial.
«Unas armerías grabadas en piedra blanca se pusieron en la fachada, abandonando el escudo hasta entonces con la efigie de San Miguel Arcángel», explicaba Ayerbe en su informe. En la nueva imagen, proseguía la experta, «se dio entrada, a mayores y por separado, a los emblemas armeros de ambos bandos (oñacino-Ulíbarri y gamboino-Garibay); el primer y segundo cuartel superiores pasaron a ocuparlos el águila en pleno vuelo en el lado derecho (representativo del bando dominante) y el ciervo en el de la izquierda (el dominado). En el tercer cuartel se situaron las armas tradicionales en las que se representaba la antigua y metafórica leyenda del ciervo y el águila atacante».
Según el citado informe, en los últimos años, el Ayuntamiento ha venido haciendo uso corporativo de una versión que «difiere significativamente de la tradicional» y que, en palabras de Ayerbe, «adolece de importantes incorrecciones que deberán ser subsanadas, al no ajustarse a las reglas y principios propios del arte heráldico».
Por un lado, la forma no se adecua al «uso consuetudinario», porque en lugar de ser redondeado por su base, es en punta, propio de otros territorios europeos como Francia. Las pinturas o esmaltes no cumplen con la «primera y la más importante de las leyes heráldicas: no se puede poner metal sobre metal, ni color sobre color», destacaba Ayerbe.
Además, la doctora en Historia, recalcaba que la corona representada se asemeja a la sombra de «una corona de Caballero utilizada en Alemania, y en España a la de los Tenientes Generales o los Marqueses, cuando Oñati nunca fue Marquesado sino Condado. De llevar corona, esta debería ser la Real de España que en la actualidad es la cerrada, propia de los Borbones», apuntaba Ayerbe. Otras de las modificaciones planteadas eliminaba el adorno vegetal de hoja de laurel situado en la parte inferior.
Escudo, sin corona
Así las cosas, a propuesta de la Corporación, en marzo se eliminó del escudo la corona real. En cuanto a la bandera, se decidió que tendría forma rectangular y suprimiría el lema ‘Bikain eta Leiala Hiri Oñati’; condición que en el siglo XVI el Rey dio a todas las villas de Gipuzkoa.
Estos cambios se sometieron a exposición pública, y tras presentarse dos alegaciones, el gobierno municipal ha dado luz verde a una de ellas, la concerniente a la eliminación de la cruz de San Andrés de la bandera.
Tras la aprobación plenaria con la mayoría absoluta que ostenta EH Bildu, ahora se abre un nuevo plazo de exposición pública, que si no hay alegaciones llevará a la aprobación definitiva de la nueva imagen del escudo y a estrenar bandera, ya que hasta ahora se utilizaba el estandarte.