joan gimeno

Pese a su relevancia histórica, Cullera jamás ha tenido una bandera propia. Hasta ahora. El municipio ya cuenta provisionalmente con su propio estandarte o, al menos, una propuesta, que ahora deberá ser ratificada por el Consejo Técnico de Heráldica y Vexilología de la Generalitat. Todos los grupos políticos aprobaron el martes la propuesta.

El nuevo estandarte municipal es monocromo y utiliza el color carmesí como fondo. En el centro se ubica timbrado el escudo oficial de la ciudad, aprobado en 1986 y consistente en una orla en losange de oro y cuatro palos de gules, al timbre con la corona de Aragón y por cimera un querubín. La bandera sigue la línea de otras villas reales, como Alzira, Corbera o Orihuela, y se ajusta a los criterios de la normativa autonómica reguladora de los símbolos. La propuesta parte de un exhaustivo informe del cronista, Manuel Lanusse, quien ha documentado todos los antecedentes históricos y ha justificado la elección, ratificada por el Consell d’Estudis de Patrimoni Històric de Cullera.

Aunque Cullera no tenía oficialmente bandera, desde 1995 se venía utilizando un estandarte de fondo blanco con el escudo de la ciudad en el centro de forma oficiosa durante las Fiestas Mayores. Esa enseña jamás ha tenido reconocimiento oficial ni base histórica alguna. De hecho, el propio cronista señala que el color blanco es el propio de la dinastía borbónica, que lo usó como fondo en sus estandartes a menudo marginando, cuando no preteriendo, el uso de las barras de Aragón. Por este motivo, el cronista no considera adecuada esta bandera para representar a la ciudad.

El anterior cronista, Francesc Giner, hizo en 2003 una propuesta de bandera local que no prosperó, consistente en el uso de las cuatro barras de Aragón con el escudo municipal en el centro. Esta opción ha sido descartada en tanto en cuanto Cullera nunca ha tenido el privilegio para utilizar las armas reales como bandera como sí ha ocurrido con otras villas como Burriana o València.

Levante