Dos Navarras, una bandera
JAVIER ALIAGA
El autor describe las dos pruebas documentales del siglo XVI que hacen referencia a la bandera de Navarra para esbozar una nueva hipótesis.
PRUEBA NÚMERO 1 (1512)
En julio de 1512, reinando Catalina I y su consorte Juan III de Albret, Navarra fue invadida por la Castilla de Fernando el Católico con un ejército de 15.000 hombres, a cuyo mando se encontraba el duque de Alba. En octubre, el general La Palice al frente de un ejército francés y Juan III comandando tropas navarras, con mercenarios alemanes y albaneses, penetraron por el Valle de Salazar para reconquistar Navarra. Enterado el duque ordenó un repliegue nocturno a Pamplona, para preparar en el interior de sus murallas un ataque inminente.
El primero, que resultó infructuoso, se produjo el 5 de noviembre. El siguiente asalto tuvo lugar el 27 de noviembre, descrito por Correa (Luis), historiador del Católico, en “La conquista del reino de Navarra”(constituye la prueba núm. 1):
«Pues el rey Don Juan como el pregón fue dado así como el duque ordenaba de dentro para su defensa, así él proveía para la ofensa, en esta manera: puso en la delantera trescientos hombres darmas a pie con una bandera colorada, con ciertas bandas de oro en ella, a la cual todos aguardaban y juraron de no la desamparar. Estos caballeros eran de los gentileshombres del rey Don Juan con muchos franceses que se apearon para tenelles compañía.»
Por detrás de la vanguardia de los gentilhombres que portaban la bandera, Correa describe las siguientes tropas: 8.000 gascones (ballesteros y escopeteros), 6.000 alemanes, “Mosior de la Paliza” (La Palice) con 3.000 hombres, a los lados 6.000 bearneses y gabachos con escalas y mantas.
Un potente fuego de artillería hizo una brecha en el portal de San Nicolás, por donde accedió el ejército de Juan III para iniciar el combate cuerpo a cuerpo: «…la gente se movió con buen continente, todos tras la bandera colorada. Y en llegando al bordo de la cava, esta bandera colorada y otra de alemanes…Ellos nombraban Francia, Alemania, Navarra; los nuestrosEspaña, Castilla.»
Las fuerzas del duque aguantaron el envite durante una hora de intenso combate. El balance fue de 118 muertos entre los atacantes y 6 de los defensores; desmoralizado La Palice decidió dar por concluida la campaña y volverse a Francia.
DOS NAVARRAS
La conquista de Navarra dio lugar paradójicamente a la duplicación de sus Estados, Fernando el Católico convocó las Cortes en 1513, mientras que los reyes exiliados Catalina I y Juan III hicieron lo propio en Pau. Tras fallecer éstos el hijo de ambos, Enrique II, fue titulado legítimamente “roi de Navarre”. Al abandonar Castilla definitivamente “la tierra de ultrapuertos” en 1527, Navarra se parte geográficamente en dos reinos separados por los Pirineos: al norte, la Basse-Navarre (Baja Navarra) correspondiente a la merindad de Ultrapuertos; y al sur, la Alta Navarra con las 5 merindades. En el reino adherido a Castilla, quedaron todas las estructuras socio-políticas, las mejores villas, los monasterios, los cabildos colegiales y catedralicios, y las principales casas de nobleza.
PRUEBA NÚMERO 2 (1558)
A mediados del siglo XVI la hostilidad entre la monarquía española de Felipe II y la francesa de Enrique II se manifestaba con toda la crudeza, en el trascurso de un año se enfrentaron en las batallas de San Quintín (1557) y en la de Gravelinas (1558), ambas se saldaron con derrota francesa.
La tensión también se reflejaba en la zona fronteriza, Saint-Jean-de-Luz(San Juan de Luz) constituía una base naval de corsarios amparados por la monarquía francesa a los que era difícil hacer frente. En 1558, Felipe II determinó una operación de castigo fulminante contra Saint-Jean-de-Luz, organizándose un ejército de 4.000 hombres compuesto de guipuzcoanos y navarros, para ser liderado por el virrey de Navarra el duque de Alburquerque. La expedición cumplió su objetivo en 15 días con la destrucción y quema de la villa marinera francesa.
El historiador Fortún (Luis Javier) ha encontrado en el primer Libro de Consultas del Ayuntamiento de Pamplona, el acta de la sesión del 11 de agosto de 1558, (constituye la prueba núm. 2), relata que la tropa había partido el 27 de julio para el «assolamiento y qema del dicho pueblo». El regimiento de Pamplona utilizó la bandera de la ciudad («vandera della») que el acta detalla: «la dicha vandera… la qual es colorada, sembrada en ellacadenas y una corona doradas», se trata pues de la bandera de Navarra.
Ese mismo acta añade que «es el pendon del levantamiento por Rey esta çiudad al Rey don Phellippe, nuestro señor»; es, por tanto, la misma que se había utilizado dos años antes en la proclamación de Felipe II como rey. El hallazgo de Fortún demuestra que la bandera de Navarra tiene una existencia de, al menos, 461 años.
Entre 1512 y 1556, en la Alta Navarra, ¿no se utilizó pendón o bandera? Lo lógico es que no se hubiese dejado de utilizar, así que, sin tener una prueba fehaciente, podríamos lanzar la hipótesis que la Navarra conquistada siguió utilizando la misma bandera.
En lo referente a la Basse-Navarre, si hacían gala de ella en 1512 (prueba núm. 1), tampoco hay motivo para pensar que dejaran de portarla. Además todos los reyes franceses desde Enrique IV (III de Navarra), durante dos siglos, hasta 1789 se titularon “Roi de France et de Navarre” y en cuyos blasones incluyeron el escudo de Navarra cuartelado.
Es decir, los dos reinos de Navarra, el adherido a Castilla y el legítimo portaban el mismo escudo y la misma bandera. Esto no debe sorprender, téngase en cuenta que las banderas del siglo XVI no estaban ligadas a un territorio geográfico, tal y como, lo entendemos hoy en día.
Oficialización de la bandera en 1910
La Diputación Foral de Navarra encargó en 1910 a la Comisión de Monumentos Históricos compuesta por Campión, Olóriz y Altadill, el diseño de una bandera representativa de Navarra. Los tres eran proclives al movimiento baskonista de la época, en especial Campión (Arturo)precursor de realzar la causa legitimista en la Conquista de Navarra 1512-1524, y que el abertzalismo recrea para adoctrinar en sus aspiracioneshacía un estado independiente.
Desconocedores del acta de 1558 (prueba núm. 2), es más que probable que la comisión hizo pesar en su propuesta la referencia de Correa (prueba núm. 1) por ser la bandera legitimista. En consecuencia, se denominó la bandera de todos los navarros, baskonistas o no, en un rencuentro con la historia. Como fruto de aquel acuerdo, la bandera tal y como la conocemos hoy, ondeó en el balcón del Palacio de Navarra el 16 de julio de 1910, en conmemoración del aniversario de la batalla de las Navas de Tolosa.
¿Por qué los baskonistas no propusieron la ikurriña? Porque la bicrucífera de los hermanos Arana, en aquel momento oficialmente no representaba a nada, recordemos que se diseñó para representar a Vizcaya. Ésta tuvo que esperar hasta 1933 para ser la bandera del PNV y hasta 1936 para ser oficializada por el Gobierno Vasco de José Antonio Aguirre.
Resumiendo la bandera de Navarra que no se atrevió a cambiar Felipe II, que posiblemente fue asumida tanto por su padre el emperador Carlos I, como por su bisabuelo Fernando el Católico, que respetaron los baskonistas hace un siglo y que el terrorismo de ETA no pudo coartar su utilización; es la que hoy el euskodelirante cuatripartito está obsesionado en liquidar en contra de la historia y del sentir mayoritario de los navarros.
Article instructif … Artículo instructivo – Como muchos otros escudos de armas representados en una bandera, qué pena que las armas no ocupan todo el espacio de la bandera. En particular las armas de Navarra. Esto reduce su fuerza y visibilidad que viene de su «simplicidad». Tal vez soy un purista …